martes, 18 de octubre de 2011

Suerte



Desde el principio de los tiempos la humanidad la busca, la encuentra, y ésta se muestra caprichosa, se deja encontrar o se esconde aleatoriamente, sin un patrón al que atenerse.

Normalmente la suerte se busca, y quien busca, encuentra, pero, ¿tenemos todos las mismas probabilidades de encontrarla? La respuesta es NO. Todas las circunstancias que han ocurrido en tu vida te encaminan al éxito o al fracaso, hay situaciones, las más adversas que podáis imaginar, que tienen final feliz, otras no. Y todo depende, de la suerte, del azar, de las circunstancias, o de algún/a hijo/a de puta.

Que alguien con sangre azul, o un árbol genealógico lleno de billetes tenga suerte, no es raro, es evidente que todos no han tenido/tienen una vida de color de rosa, a la historia me remito, pero si que tienen parte del camino hecho. Para empezar, no sufren calamidades, y si lo hacen bien, papá y mamá les irán abriendo puertas conforme pasen los años, llegará el día en el que necesitarán un padrino para vetetuasaberqué y lo tendrán.

Éstos, que nacieron no solo con el pan bajo el brazo, sino con pan, jamón y un Burdeos para acompañarlo no tienen nada que ver con los que nacieron con una mano delante y otra atrás, ni siquiera con la clase media que nacimos con colines o piquitos.



Danny Small. Una voz de oro en el metro de Nueva York.

Y es por esto que admiro y dedico este post a todos aquellos/as a los la vida les dio espalda y ellos/as le cogieron el culo, a los que, si van al infierno, se sentirán como en casa, y a todos y todas los que hoy siguen luchando para buscar su suerte.

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